El PRO ya definió sus principales candidaturas para dar la batalla interna
El PRO comenzó a acotar la lista de sus candidatos en los principales distritos electorales y mientras en Ciudad de Buenos Aires Jorge Macri y Fernán Quirós definirán por encuestas quién de los dos será el precandidato a la jefatura de Gobierno, en provincia de Buenos Aires Diego Santilli y Néstor Grindetti irán a las PASO para competir por la sucesión de Axel Kicillof.
Estos entendimientos para comenzar a despejar la interna se vieron acelerados por las encuestas que marcaban un crecimiento de la candidatura del economista ultraliberal Javier Milei a expensas de la intención de voto de Juntos por el Cambio en todo el país.
Sin embargo, son acuerdos mínimos que no logran ocultar las profundas diferencias que existen entre los sectores de Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich.
De hecho, esas diferencias bloquearon la posibilidad de presentar un solo candidato de consenso en estos distritos.
En provincia de Buenos Aires, desde el equipo de Santilli remarcan que el candidato tiene un 85% de conocimiento, y que tiene un promedio de voto de más de 20 puntos en cualquier encuesta.
También destacan como atributos del «Colorado» que viene de ganar la última elección legislativa en contra de un peronismo que en 2021 se presentó unido y que tiene un armado consolidado con decenas de intendentes en las secciones electorales primera (norte y oeste del GBA) y tercera (sur del conurbano), entre los que se cuentan Diego Valenzuela, de Tres de Febrero, y Julio Garro, de La Plata.
Santilli tendrá una estrategia de campaña en la cual se sostendrá la confrontación con el gobernador Kicillof, se evitarán los cuestionamientos a la figura de Grindetti, su rival interno, y se provincializará la campaña, planteando temas estrictamente del distrito bonaerense y no de la discusión nacional.
Santilli tendrá tres ejes discursivos: seguridad, producción y educación.
El precandidato ya recorrió 120.000 kilómetros en la provincia y de los 135 municipios que componen el territorio provincial solo le resta recorrer una decena.
Grindetti, en tanto, basará su campaña en su experiencia en el conurbano desde la intendencia de Lanús y apelará a la buena llegada que se le atribuye al discurso ‘halcón’ de Patricia Bullrich en ciertos sectores del conurbano y de la provincia.
Cerca de Grindetti apuntan que el intendente de licencia en Lanús intentará llevar fortaleza política a la candidatura de Bullrich en la tercera sección electoral, una de las más importantes en cuanto al número de votantes en la provincia de Buenos Aires.
También confían en los buenos números que, según indican, está midiendo Patricia Bullrich, sobre todo en el interior de la provincia de Buenos Aires, en distritos con una fuerte impronta de producción agropecuaria.
En ese sentido, uno de los pases importantes en la interna del PRO fue el del intendente de Bahía Blanca, Héctor Gay, quien jugaba abiertamente para Larreta y esta semana se pasó a las filas de Bullrich.
En ambos comandos de campaña, tanto de Grindetti como de Santilli, están atentos a si finalmente Kicillof desdobla los comicios a gobernador provincial de las presidenciales.
Los que creen que eso no ocurrirá argumentan que el Frente de Todos necesita que las elecciones presidenciales y a gobernador e intendente sean el mismo día para unificar la estrategia de fiscalización y militancia.
Pero mientras la cúpula del PRO arregló quienes serán sus precandidatos a la gobernación, a nivel municipal el partido fundado por Mauricio Macri todavía es un hervidero, ya que no logran unificar candidaturas a intendencias.
A excepción de dos distritos, Vicente López y Mar del Plata, donde no habrá competencia interna, en el resto de los municipios chocarán en las PASO un candidato alineado con Bullrich con otro referenciado en Larreta, lo que hasta podría arriesgar la continuidad en muchos lugares donde el PRO ya gobierna.
Tal es el caso, por ejemplo, de La Plata, donde el actual intendente Julio Garro, que representa a Larreta, deberá enfrentar en la primaria al senador provincial Juan Pablo Allan, a quien Patricia Bullrich sacó a la cancha para que dispute la jefatura comunal.
Algo parecido sucede en San Isidro: allí gobierna el radical Gustavo Posse, pero el macrismo sacó a la disputa municipal a Ramón Lanús, concejal local y quien días pasados se fotografió con Macri antes de que el exmandatario viajara a Europa.
El PRO bonaerense hará el próximo lunes un encuentro para intentar arreglar algunas de estas internas o fijar reglas de juego en la provincia, aunque con resultado incierto.
En la Ciudad de Buenos Aires, en tanto, las consultoras Aresco, Isonomía y Trespuntozero serán las encargadas de definir quién será el precandidato del PRO entre Jorge Macri, postulante de Bullrich, y Quirós, representante larretista.
Las encuestas previas favorecen al exintendente de Vicente López y los sondeos se están apurando para intentar hacer un anuncio la semana que viene, o a más tardar la siguiente.
En la CABA, el PRO necesita apurarse a instalar a su candidato porque saben que enfrente tienen un postulante con buenas chances, el radical Martín Lousteau, quien incrementó sus recorridas de campaña, que continuará este fin de semana con visitas a Villa Devoto y un acto en el microestadio de Ferro.