El aeropuerto de Tucumán sin calefacción hace meses
El frio complica las tareas de los empleados y causa malestar entre los pasajeros que deben soportar el gélido clima tucumano.
La historia
En enero de este año trabajadores, que cumplen funciones en el aeropuerto internacional Benjamín Matienzo, denunciaron a la empresa Aeropuerto 2000, propietaria y gerenciadora de la estación aérea; una fuga de gas. Ante la inacción de la empresa recurrieron a Gasnor informando lo sucedido. Cuando los técnicos de la empresa proveedora de gas en la provincia fue a realizar la inspección, las autoridades de Aeropuerto 2000, le negaron el ingresó. No permitiendo que se realicen las inspecciones y mediciones. Gasnor al día siguiente cortó el suministro de gas al aeropuerto.
El problema se potenció cuando comenzó a sentirse el frío tucumano. «El viejo edificio es un freezer», sentencian los trabajadores, que hicieron oír su voz ante las empresas aéreas, quiénes trasladaron la queja a Aeropuertos 2000 que adujo que se trataba de un problema de Gasnor por una rotura de las cañerías en el tramo que une La Florida con el Benjamín Matienzo. Dando fecha de una posible solución recién en setiembre.
El combativo gremio de Aerolíneas Argentinas hizo oir su queja ante las autoridades de la empresa gerenciadora quienes encontraron una solución paliativa entregándoles 2 caloventores ante la amenaza de paralizar los vuelos. Semanas después la «generosidad» se extendió a las otras empresas aéreas.
El problema, no se soluciona «calentando» a los trabajadores. Sucede que los pasajeros que tienen conexiones a destinos internacionales y ante la inexistencia de una sala para albergarlos deben esperar en el hall central padeciendo el frio. Pasajeros que conectan con Lima, Santiago de Chile y Sao Pablo son algunos de los perjudicados por el horario. Los pasajeros que provienen de Aeroparque llegan al aeropuerto tucumano a las 22 y parten a Lima (Perú) a las 5,50. Más de siete horas en el rigor de las bajas temperaturas y sin calefacción demuestran la incoherencia entre promocionar y maltratar a los visitantes.
Seguramente, quienes deben solucionar este problema, que lleva casi seis meses, deben estar en un ambiente calefaccionado y con las comodidades que hoy padecen quienes visitan o transitan por el aeropuerto provincial.