Quorum Consultores Asociados con la producción de Silvana Guerrero, la fotografía de Luis Soraire y Ruben Suárez y el arte y diseño de Adrián Argañaraz, decidió homenajear a las madres de una manera diferente y original. Buscamos construir en su ámbito laboral la relación con sus hijos que comparten a diario esta doble pasión con su trabajo profesional y su dedicación como madres. Jóvenes, emprendedoras, desafiantes, deportistas y por sobre todo comprometidas: Liyi, Natalia, Cecilia, Paula, Lorena y Carolina demuestra en estas producción que festejar la maternidad es también festejar la vida misma…

«Vivo rodeada de imágenes de bodas, manifestaciones, eventos sociales, espectáculos; todas imágenes que mi tarea requiera convertir en fotografía.

Busco siempre retratar el alma de las imágenes, busco ver a través de la lente lo que otros no ven… algo similar a ejercer de mamá…

Pues a mis dos hijas cuando las miro puedo ver sus almas puras, veo en ellas los que nadie puede ver… pués nadie solo yo con «la lente de mi cámara de mamá» puede ver cada cosa que necesitan, y así siempre será.

Los tiempos son especiales al tener que estar en el momento que requiera ser captado, debo estar en horarios disimiles, ellas también deben acomodarse y entienden que el trabajo de mamá requiere de todos los horarios, aunque cada vez que me lo permite la ocasión disfrutamos juntos un concierto, una ópera, una obra de teatro, mientras realizo las tomas. Aline y Ailén, mis hijas, abrazan también con mi misma pasión plasmar en imágenes lo que las rodea, ayudadas hoy por el celular por no tomar mis equipos.

Retrataré cada instante de sus vidas, utilizando como gran angular mi amor por ella y por mi profesión.

Soy fotógrafa y soy mamá. Soy Feliz. Feliz día a todas las mamas que ven en sus hijos lo que ninguna persona puede ver…»

Liyi Salgado

(Reportera Gráfica 15 años en el diario El Siglo, actualmente fotógrafa del Ente Cultural Tucumán)

«Siempre quiero estar 100% en mi tarea profesional y en mi rol de madre. El desafío es poder complementarlas, conjugarlas, encontrar la formula para poder vivir intensamente mis dos pasiones. No concibo mi vida sin mis hijos, como también no resistiría vivir sin mi profesión. El secreto es la pasión misma que hace que los sacrificios sean motores de los logros conseguidos.

Mi profesión de poder ayudar a otras familias, a construir sus propias familias, es emocionante. Todas las que trabajamos tenemos la sensación que estamos a medias, pero eso nos motiva a planificar, organizar y vivir a full el tiempo que dedicamos a cada pasión.

Mi meta es cumplir con la planificación, a las 17 «se cae el sistema» y me vuelvo la mamá de Lucas, Nacho y Pato, que pone toda su atención en ellos. Hoy la tecnología y la posibilidad de poder estar conectados con mis pacientes hace que pueda resolver desde el hogar temas  puntuales y eso transforma también la vida de mis hijos que se familiarizan con términos médicos, que preguntan sobre temas puntuales y que naturalizan mi trabajo.

Amo mi familia y mi profesión, y también trato de organizarme para mis actividades físicas aunque sea dos veces a la semana. Una manera, mientras hago trekking, de conectarme conmigo misma.

Amo la vida y me emociona cada día…»

Natalia Vic

(Ginecóloga especialista en medicina reproductiva. Socia Gerente de Fertilia. MP 7277)

«Cómo conjugó mi rol de mamá con el profesional? Creo que naturalmente.

Desde nuestra génesis sabemos que va a ser así y estamos preparadas para eso.

Por supuesto que es necesario muchas veces, indispensable diría, contar con ayuda, tanto de quienes nos colaboren con las tareas de casa, como con la crianza de los chicos. Y en ese escenario las abuelas son fundamentales, y cuando no hay quién los cuide o se quede a acompañarlos, nos transformamos en mamas canguros. Particularmente mis hijos me acompañaron al trabajo muchas veces (sobre todo cuando sólo era Pedro y era más fácil, que en la actualidad que ya son tres (se sumaron Simón y Emilita).

Sin lugar a dudas un aspecto que atraviesa transversalmente la maternidad y el trabajo es la culpa. En realidad, creo, que todas las mujeres la padecemos en diferentes momentos de nuestras vidas. Somos culposas.

Pero este sentimiento se potencia y multiplica cuando se trata de los hijos. Si lo dejamos sentimos culpa por no estar y si nos quedamos la culpa es por no haber cumplido los compromisos fuera de casa.

Nuestras vidas se conjugan y se multiplican y se re dimensionan a cada minuto. Somos madres, trabajadoras, deportistas y mujeres por sobre todas las cosas…»

Cecilia Merino

(Abogada, empresaria, y deportista)

«Mi trabajo y profesión conviven a diario con mi pasión de madre. Construí mi vida sustentada en la programación, organización y puntualidad. Es mi obsesión poder cumplir con todo y de la mejor manera.

Cada día tenemos que hacer muchas cosas y de la manera más eficiente. Mis hijos (Luca, Santino y Solana) conviven con una mamá trabajadora, que se esfuerza por cumplir con sus obligaciones. Lo observan cotidianamente y pretendo que esto lo absorban y les sirva para proyectar sus vidas.

Siempre para mí la disciplina y constancia fueron los pilares fundamentales de los logros y trato de inculcarle lo mismo a mis hijos.

Poder cumplir con mi trabajo de manera profesional y a la vez cumplir con mi rol de mamá, me lleva a esforzarme con la enorme felicidad de ver, que podemos crecer y verlos crecer…»

Paula Varela

(Contadora, empresaria y deportista)

«Como mujer puedo darme el permiso de expresar que tengo un don particular por ser madre y trabajadora, lo que me faculta ser la dueña absoluta de una fortaleza intacta en el tiempo.

Mi amor de madre a Benja es diferente al resto, disponible en todo momento y capaz de sortear cualquier adversidad. Definido así, porque es inagotable, no conoce tiempo y permite desde el alma dar todo sin esperar nada a cambio.

Cuando mi rol profesional me exige enfrentar las adversidades típicas del quehacer cotidiano, me doy cuenta que en esos instantes soy la dueña de una arma secreta que es el amor de una madre por encima de cualquier quehacer laborar, capaz de perdonar, sobrevivir a la adversidad y servir de pilar, unión y soporte familiar.

Solo puedo definir que en una madre existe un amor incansable y eterno que la hace perdonar, corregir y aconsejar a sus hijos sin dudarlo, que se desempeña como profesional como una ofrenda personal, pero que siente pleno su corazón sólo cuando regresa a su casa y un hijo le dice: te extrañe mucho mamá…»

Lorena Cuba

(Abogada- Subsecretaria de Coordinación y Representación Ejecutiva Secretaria General de la Gobernación de Tucumán)

«La danza fue y será mi pasión. Poder tener a mi hija en mi ámbito laboral durante todos los días me da mucha tranquilidad y a la vez me permite conjugar y compartir con ella.

Enseñar a amar la danza, a valorar el esfuerzo, la disciplina junto a mis pequeñas alumnas y ver a Juanita entre ellas a pesar de su añitos y cuatro meses me hace inmensamente feliz, a la vez que disfruto mi cuarto mes de embarazo a la espera de otra mujercita que también formará parte de Dulce Camarín.

Tener a mis afectos tan cerca y sobre todo poder compartir y transmitirle mi pasión por la danza, que en mi caso puedo disfrutarla doblemente al trabajar enseñando, es un sueño hecho realidad»

Carolina Balbi

(Profesora de danza y socia propietaria de Estudio de Ballet Dulce Camarín)

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