¿Qué hará la polémica secretaría «para el Pensamiento» en Argentina?
En una decisión que causó mucha controversia, el gobierno de Argentina anunció este miércoles la creación de un nuevo cargo dentro del Ministerio de Cultura: la Secretaría de Coordinación Estratégica para el Pensamiento Nacional.
A través de un decreto, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner nombró al filósofo Ricardo Forster al frente de la flamante secretaría.
Forster es uno de los creadores de Carta Abierta, un espacio conformado por intelectuales que defienden las políticas del kirchnerismo.
La creación de una secretaría «para el Pensamiento Nacional» y la designación de un militante kirchnerista para liderarla generaron mucho malestar en los sectores más críticos del gobierno, quienes compararon la secretaría con el Ministerio de Propaganda e Información del nazismo, que dirigía Joseph Goebbels.
Otros, trazaron paralelos con Venezuela: «No tendremos Ministerio de la Felicidad pero hay Secretaría del Pensamiento», resaltó un usuario de la red social Taringa.
«Pensamiento Nacional»
Forster «deberá generar instancias de diálogo y debate sobre temas contemporáneos». (Foto: @ForsterRicardo).
Según el gobierno, la tarea de Forster será «diseñar, coordinar e instrumentar una usina de pensamiento nacional, ajustado a los lineamientos que fije la Secretaría».
En ese sentido, deberá «generar instancias de diálogo y debate sobre temas contemporáneos, promoviendo nuevas corrientes de pensamiento, que hagan partícipe a toda la ciudadanía».
¿Qué significa eso? El filósofo lo explicó en estos términos al diario La Nación: «El objetivo es generar foros para el debate de ideas de los más diversos orígenes (…) Vamos a incorporar a todas las tradiciones intelectuales, desde el lugar que ocupa Faustino Sarmiento en nuestra Historia, hasta las corrientes más olvidadas. Va a haber un lugar para la tradición liberal, para la izquierda y para el radicalismo», dijo.
Forster agregó que «la secretaría no tendrá como cometido ser un comisariato político, ni reducirse a una visión monocorde. El objetivo es amplificar las voces. No va a apuntar a una construcción dogmática».
Sin embargo, muchos cuestionaron la función del nuevo cargo. A través del hashtag #PensamientoNacional (que fue trending topic en Argentina), llovieron las críticas y los chistes en la red social Twitter.
«Big Brother is watching you» (el Gran Hermano te vigila), rezaba un cartel con la cara de Forster que circuló en el sitio.
«Si llegas a pensar en inglés corresponde que pagues un 35% adicional», bromeó otro tuitero, en referencia a la tarifa que pagan los argentinos por sus gastos en el exterior.
¿Quién es el secretario?
«La secretaría no tendrá como cometido ser un comisariato político, ni reducirse a una visión monocorde. El objetivo es amplificar las voces. No va a apuntar a una construcción dogmática»
Ricardo Forster
Forster es un filósofo y ensayista de 56 años, que se desempeña como docente en diversas universidades argentinas y del exterior.
También es investigador en el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) y escribe notas de opinión en algunos medios gráficos, sobre todo el diario Página 12, afín al gobierno.
En 2013 fue candidato a diputado nacional por el oficialismo, pero no resultó elegido.
El nuevo secretario del Pensamiento Nacional es uno de los más conocidos «intelectuales K», como llaman en Argentina al grupo de escritores y pensadores que apoya abiertamente al gobierno.
Forster fue nombrado por la Ministra de Cultura Teresa Parodi, una famosa cantante de folklore y militante kirchnerista quien en mayo pasado fue designada al frente de la cartera, que pasó de ser una secretaría a un ministerio.
Para los críticos del gobierno, los nombramientos de Parodi, Forster y otros funcionarios fuertemente alineados con el kirchnerismo buscan imponer una corriente de pensamiento desde el Estado.
Sin embargo Forster aseguró este miércoles que su objetivo será generar «un espacio abierto para discutir todo lo que es imprescindible discutir en la Argentina de hoy», además de crear «ámbitos de encuentro con intelectuales y académicos de otros países de América Latina».
«Si se tomasen la molestia de leer parte de lo que he escrito estos años, van a ver lo lejos que estoy de ubicarme en una tradición de pensamiento único, de dogmatismo, de adoctrinamiento ideológico», señaló a la agencia oficial Télam, en respuesta a los cuestionamientos desde los principales diarios del país.