La Justicia busca información en un celular hallado en la camioneta de «El Pepo»
El fiscal también solicitó las filmaciones de las cámaras de peajes, estaciones de servicio y de un parador camino a la Costa Atlántica donde el músico fue a comprar.
Luego de adelantar que los antecedentes penales complican las posibilidades de recuperar la libertad para Rubén Darío «Pepo» Castiñeiras, el fiscal general de Dolores, Diego Escoda, dijo que están peritando un teléfono celular hallado en el interior de la camioneta que volcó el pasado sábado, en busca de información que ayude a reconstruir los minutos previos al accidente que terminó con la vida del manager de la banda, Ignacio Abosaleh y del trompetista Nicolás Carabajal.
Además, Escoda informó a Télam que solicitaron las filmaciones de las cámaras de peajes, estaciones de servicio y de un famoso parador camino a la Costa Atlántica donde el cantante pasó a comprar facturas antes de perder el control de su vehículo y estrellarse en el kilómetro 8,5 de la ruta provincial N° 63, a la altura de Dolores.
En la querella creen que este celular podría pertenecer a Abosaleh. Marcelo Biondi, abogado de los familiares del trompetista y del representante, dijo que esperan los resultados del dispositivo -que tratará de ser reconocido por los familiares de Abosaleh-, al igual que los de los exámenes del alcohol y toxicológicos.
Con el paso de las horas, la situación del cantante se complicó. La fiscal Verónica Raggio, titular de la UFI N° 1 de Dolores, lo imputó -antes de tomarse licencia- por homicidio culposo doblemente agravado por la conducción imprudente, negligente y antirreglamentaria de vehículo y lesiones culposas agravadas. También confirmó que Castiñeiras era quien manejaba.
Luego la corista Romina Candias, quien sufrió una fractura en el antebrazo derecho, declaró que Pepo era quien manejaba el vehículo y que instantes antes de que la camioneta Honda CRV blanca volcara en la ruta, ambos habían consumido vodka dentro del vehículo. De hecho, horas más tarde se encontró una botella de esa bebida blanca en el habitáculo de la camioneta siniestrada.
Según el artículo 84 Bis del Código Penal prevé una condena de prisión de dos a cinco años y una inhabilitación para manejar de cinco a diez años. El artículo señala que la condena será de tres a seis años si el conductor «estuviese bajo los efectos de estupefacientes o con un nivel de alcoholemia igual o superior a 500 miligramos por litro o conduciendo con un exceso de 30 kilómetros por encima de la máxima permitida en el lugar del hecho».
Candia, sin embargo, no logró esclarecer cuáles fueron los últimos movimientos de «El Pepo» al volante antes del zigzagueo y el vuelco de la camioneta, así como tampoco pudo comprobar si un animal se había cruzado por delante en la ruta, como habría afirmado el propio cantante poco después del accidente. Ella refirió que al momento del desvío justo bajó la vista para colocar un cd de música.
La Justicia ordenó la detención de Castiñeiras el domingo. Mientras avanza la investigación, el acusado continúa internado en el hospital San Roque, custodiado por tres policías. Mañana le podrían dar el alta hospitalaria, aunque no hay certezas. Desde el centro médico informaron que durante el lunes le realizaron una placa de control por una fractura de costilla.
Precisamente la demora del alta médica es una cuestión que genera dudas en la querella, que evalúa sumar un perito médico clínico y pedir una pericia oficial que esclarezca el estado de salud del imputado ante la sospecha de un trato especial.
«Nuestro objetivo es que Pepo no tenga un tratamiento distinto al de otra gente que esta imputada y detenida hoy en la Provincia de Buenos Aires», dijo a C5N Biondi. Una vez fuera del hospital, Pepo deberá ser alojado en un centro de detención.
Fuente: Infobae