Megaoperativo en San Cayetano
En el marco de una investigación efectuada por el Ministerio Público Fiscal, a través de la Fiscalía Especializada en Robos y Hurtos II, a cargo del doctor Ernesto Salas López, se realizaron 35 medidas de allanamientos en diferentes domicilios del barrio San Cayetano. Hasta el momento se ha secuestrado droga (cocaína, marihuana, pasta base y pastillas), armas de fuego, tarjetas de débito, dos bicicletas, celulares, DNI que no pertenecen a los residentes de esas viviendas y una camioneta que tenía pedido de secuestro. «Estamos con el procedimiento en pleno desarrollo. Es una medida ordenada por la Fiscalía después de un trabajo de investigación que se realizó a través de las fuerzas de Gendarmería y el ECIF, en la que se investigó el modus operandi relacionado al robo de celulares en una zona precisa de San Cayetano y a partir de ahí se hizo un seguimiento donde puede haber personas implicadas en este tráfico de elementos robados”, informó Salas López.
“Estamos allanando algo más de 30 viviendas en búsqueda de objetos que corroboren la hipótesis de ese modus operandi (ver abajo) que estaría operando en esta zona y generando muchos ilícitos de este tipo, sobre todo robo de celulares. En estos allanamientos pueden surgir otros ilícitos”, adelantó el fiscal.
Personal del Equipo Científico de Investigaciones Fiscales (ECIF) apoyó el trabajo de la Fiscalía, junto con integrantes de las distintas fuerzas de Gendarmería Nacional. «En este caso estamos trabajando con la colaboración directa de Gendarmería que ha puesto todo su apoyo a la Fiscalía y al Ministerio Público para poder avanzar”, destacó el funcionario.
“Estamos hablando de una organización para que el robo tenga estos resultados. Se necesita quien sustraiga, decodifique, encuentre al cliente, lo venda y lo esconda, es decir, que no lo hace una persona”, precisó Salas López.
Modus operandi
Las fuentes judiciales detallaron que la investigación se puso en marcha a partir de una denuncia radicada por la víctima del robo de un celular en la vía pública. Los pesquisas comenzaron a realizar tareas investigativas en esa zona.
De esa manera, descubrieron un patrón delictivo en la esquina de Avenida Brígido Terán y Pedro Miguel Aráoz, donde el semáforo tiene un periodo bastante largo de espera. En esa intersección, los delincuentes aprovechaban la distracción de los automovilistas para despojarlos de un teléfono celular o algún otro bien de valor.
Una vez obtenido el botín, el delincuente es esperado por otro, quien se ubica en motocicleta en la otra vía de la Avenida Pedro Miguel Aráoz, huyendo hacia la zona de San Cayetano, donde los equipos serían decodificados para evitar que sea inutilizado por las compañías de telefonía. Luego, actúa gente implicada en la compra-venta.