ROQUE SAENZ PEÑA
Un ejemplo de la historia sobre la negociación de la deuda.
Pertenecía al sector más rico de la sociedad, pero era un hombre de sólidos principios y convicciones. A los 28 años de edad deja todo y se alista en el Ejército peruano ante la guerra del Pacífico de 1879. Fue ascendido a comandante en la Batalla de Tarapacá; dirigió una de las columnas en la Batalla de Arica donde fue mal herido; al tener diabetes, se dificultó su curación y es detenido por el ejército chileno en el hospital de campaña.
La diplomacia argentina enterada de la situación pide por su liberación que se realiza en septiembre de 1880. Regresa al país para administrar el campo de la familia en Entre Ríos y continuar con su estudio de abogacía.
En 1890 representó a la Argentina en la Conferencia de Washington, donde se defendió el principio de inviolabilidad de los Estados y se opuso al proyecto de los EEUU de crear una unión aduanera y una moneda única en el continente. A la “Doctrina Monroe”, que sostenía la consigna «América para los americanos», la Argentina opuso la consigna «América para la humanidad”.
Era consciente que su sector social gobernaba mediante el fraude y cuando el ala más modernista de los conservadores liderados por Carlos Pellegrini y Vicente Fidel López lo propone para Presidente de la República, no pudo aceptar porque el ala roquista nombró como postulante a su padre. Finalmente es candidato en 1910 y lo primero que hizo fue reunirse con el jefe de la oposición política y caudillo popular Hipólito Yrigoyen y, acordó, no bien asumir, en enviar un proyecto de ley de voto secreto, obligatorio y plurinominal, que permitió, en esas condiciones, que la Unión Cívica Radical ganara las elecciones del año 1916.
Otro hijo
Eso fue ayer, hoy en cambio también un hijo de rico se hizo cargo de la Presidencia de la República, pero para endeudar al país por más del 100% del PIB, y con plazos perentorios, empujar a cinco millones de argentinos a la pobreza (la mayor parte ancianos y niños) y atarnos al FMI.
En el gobierno de Cambiemos y según el Balance Cambiario del BCRA, se fugaron del circuito financiero legal 84.100 millones de dólares, desde el 1 de enero de 2016 al 30 de septiembre de 2019. Lo denominan FAE (Formación de Activos Externos),
Es más, desde el 12 de agosto hasta el 25 de octubre de 2019 el BCRA dilapidó 22.758 millones de dólares de las reservas internacionales (cifra incluso similar a lo que se debería pagar el año que viene por vencimiento de capital e intereses de la deuda), de las cuales un tercio, unos 7.200 millones de dólares, se utilizó para frenar el alza de la paridad apostando de ese modo a conseguir una mejor performance electoral del oficialismo. Otra tercera parte se empleó para cubrir la salida de los depósitos en dólares de los ahorristas en los bancos y, el otro tercio, en el pago de los servicios de la deuda del período.
Tras las PASO hicieron una política monetaria expansiva por la cantidad de dinero emitida y la disminución de las Letras de Liquidez en el período, a la vez, una fuerte disminución de las reservas internacionales brutas del BCRA. Por otra parte, el drenaje de divisas ante la necesidad de cubrir el permanente retiro de depósitos en dólares de los bancos y, finalmente, el pago de los intereses y de las obligaciones externas de la deuda.
Ante la situación de extrema fragilidad, tras las elecciones del 27 de octubre de 2019, adoptan severas medidas de control de cambio al solo permitir un monto máximo por operación que podrán otorgar las entidades financieras y otras, emisoras de tarjetas de crédito locales, como adelantos en efectivo en el exterior de 50 dólares, la compra en efectivo de 100 dólares y, por operación desde el mismo banco donde el límite es de 200 dólares, todo por persona y por mes.
Ese marco es el que le permite tratar de reducir la tasa de interés porque al no poder comprar los “ahorristas” divisas, se emplee la mayor liquidez para el consumo o para reposición de mercaderías e insumos, con lo que teóricamente llegan en forma ordenada a traspasar el mando el 10 de diciembre
El país que quiere el FMI
El gobierno de Macri contó siempre con el apoyo del FMI, que avaló implícitamente la colocación de todos y cada unos los títulos de deuda. La deuda opera como una masa de recursos valorizables en el mercado financiero interno por la diferencia positiva entre la tasa de interés interna y la internacional. El problema es que se fuga al exterior un excedente estratégico en cualquier sociedad: la inversión (los 84.100 millones de dólares referidos). Y cuando una parte importante del capital financiero, encabezado por el JP Morgan, decidió dar por finalizado el carry trade e irse, desde el 25 de abril de 2018 , el apoyo del FMI se hizo explícito en el otorgamiento del generoso crédito de unos 57.000 millones de dólares en DEG, de los cuales entregó al gobierno de Cambiemos unos 45.718 millones de dólares en DEG.
Fue el FMI con cada vez mayor injerencia el que monitoreó el gobierno de Macri y tras las PASO, coordina directamente las tareas de fin de la gestión, de allí su aparente orden.
El FMI le promete al nuevo gobierno acceso al mercado de crédito mundial y refinanciar su deuda, que, con este cuadro de derrape de la economía argentina, de destrucción de eslabones de la cadena productiva, cierre masivo de establecimientos y desocupación de trabajadores, sería como un bálsamo, pero el FMI exige a cambio que se realice un fuerte ajuste fiscal y reducir drásticamente la demanda interna para que se generen saldos superavitarios (fiscal y comercial) y, de ese modo, poder pagar los intereses de la deuda. Obviamente no les importa el costo económico y social que esas medidas significan y si le importa que la Argentina no se industrialice, que dependa del capital y la tecnología de las transnacionales (donde los empresarios estadounidenses participan) y que se subordine a la política exterior norteamericana.
Las elecciones nacionales del 27 de octubre fueron funcionales a lo que pretende el FMI, ganó la formula Fernández-Fernández, pero el macrismo sacó más de diez millones de votos, que los hará valer diciendo que el nuevo gobierno hace un giro al populismo si no cumple estrictamente las leyes del mercado (regido por las grandes corporaciones) y, directamente, lo acusarán de chavista si decide suspender el pago de los servicios de la deuda externa para auditarla, tarea que debe realizar para saber a qué se destinó el endeudamiento del macrismo en más de 130.000 millones de dólares, qué gastos justifican semejante endeudamiento por un lado y, quiénes compraron esos dólares que vendió el BCRA en el período, por otra parte.
La Argentina actual no tiene acceso a los mercados voluntarios de créditos, la tasa de riesgo país por arriba de los 2.000 puntos no es para deuda nueva, sino que es la diferencia que existe entre el valor nominal del título, su valor de mercado y, la tasa que devenga sobre ese valor. Por ejemplo, el Bonar 2020, cuyo precio nominal es 100 dólares la lámina, su valor de mercado al último día de octubre de 2019 fue de 38,50 dólares. Como paga una renta fija de 9 dólares, la tasa es de 23,3766%, cuando en los países centrales la tasa de interés tiende a ser cero.
En esas condiciones es imposible refinanciar los títulos de deuda y ningún país se puede dar el lujo de pagar toda la deuda a su vencimiento (no se cuenta con los recursos), generalmente se cambian total o parcialmente títulos de deuda viejos por nuevos.
Y eso es a la vez la base de presión del FMI, si se aceptan sus condiciones en un Plan de Facilidades Extendidas que son reducir el gasto previsional (y la mayoría de los jubilados cobran $ 15.000 por mes) y flexibilizar la legislación laboral, estarían dispuestos a reestructurar su deuda y hasta avalar la negociación con otros acreedores, pero en ese caso tarde o temprano surgirán nuevos conflictos Si en cambio toma el camino de suspender los pagos de la deuda y auditarla, para luego reestructurarla y hacer una quita (fue del 65% en promedio la que le hizo Néstor Kirchner) el enfrentamiento es con el FMI y con el capital financiero internacional.
Los acreedores internacionales descuentan en los precios de los bonos una más que posible quita de capital de la deuda de al menos 30%, extensión de plazos y reducción de cupones en por lo menos 30%. También perciben que el valor del dólar no es el del férreo control cambiario que instrumenta al final de su mandato el gobierno de Cambiemos, lo demuestra el dólar de contado con liqui (compran títulos y acciones en el mercado local y los venden en mercados externos y el dólar implícito es de $ 80,38 al último día hábil de octubre de 2019).
Alberto Fernández lo sabe, fue la mano derecha de Néstor Kirchner en esos años forjadores de una nueva Argentina cuando lograron sacar al país de la asfixia a que estaba sometida y, también sabe, que un estadista lo es porque marca rumbo, porque elige lo mejor para su pueblo aún a costa de su sacrificio personal, como lo demostrara en su vida, el Presidente Roque Sáenz Peña.
Por HORACIO ROVELLI.