La entrega de los atributos presidenciales otra vez genera polémica entre el oficialismo y la oposición
A menos de un mes para que Mauricio Macri abandone la Presidencia, su equipo de colaboradores le llevó una propuesta de traspaso de mando que obtuvo una aceptación inmediata: la entrega del bastón y la banda presidencial a Alberto Fernández sería en la Casa Rosada.
Siguiendo el mismo protocolo empleado en 1989 por Raúl Alfonsín, cuando le entregó los atributos a Carlos Saúl Menem en Casa de Gobierno; o en 1999 cuando el presidente riojano actuó de manera similar con Fernando De La Rúa; desde la Secretaría General de la Presidencia tenían todo armado para repetir esa tradición.
Si bien la Constitución indica que el nuevo jefe del Ejecutivo debe jurar en el Congreso, nada dice del bastón y la banda presidencial, cuyas entregas se realizan en una ceremonia protocolar que no está regulada y que siempre se hizo en La Rosada. Néstor Kirchner, en 2007, fue el primero en alterar ese procedimiento y hacer el traspaso en el Congreso, cuando asumió su esposa, Cristina Fernández.
De acuerdo al cronograma elaborado por el secretario Fernando De Andreis, la jura de Alberto Fernández y Cristina Fernández tendría lugar en el Congreso. “La vicepresidente electa toma juramento y se hace cargo de la Asamblea Legislativa en reemplazo de Gabriela Michetti. Y luego, ya en funciones, Cristina invita a Alberto a ocupar su cargo de Presidente”, informaron a Infobae fuentes oficiales.
Una vez realizado el traspaso de poder, la idea de la Casa Rosada era que el flamante Jefe de Estado se dirigiera en auto por la avenida de Mayo hasta la La Rosada para recibir de manos de Mauricio Macri el bastón y la banda presidencial, en el Salón Blanco. Estaba la posibilidad de que Macri despidiera a Alberto en la explanada y que luego el nuevo presidente ingresara nuevamente al Salón Blanco para tomarle juramento a sus ministros.
Pero el equipo de colaboradores de Fernández tiene otros planes para el acto del 10 de diciembre y así se lo hizo saber al de Macri. Si bien respetarán la jura en el Congreso, como lo establece la Carta Magna, descartaron la propuesta de dirigirse hasta la Casa de Gobierno porque quieren que toda la ceremonia de asunción se realice en el Parlamento.
Según la idea del Frente de Todos, luego de la entrega del bastón y la banda presidencial Alberto se subirá a un auto y se dirigirá hacia la Casa Rosada para tomarles juramento a sus ministros en el Salón Blanco. Una vez finalizada la jura, caminará hasta el despacho que usaba Eva Perón y saldrá al balcón para hablarle a la gente que se congregará en la Plaza de Mayo.
Fuentes de la negociación explicaron cuál es el principal escollo para llegar a un acuerdo: los palcos de la Cámara de Diputados. Macri quiere evitar que un acto protocolar como el traspaso de los atributos de mando quede sumergido en medio de la euforia peronista que va a dominar la escena en el Congreso y que probablemente no esté dispuesta a despedir de la mejor manera al mandatario saliente.
En 2015, cuando le tocó asumir la presidencia a Macri falló todo el protocolo ya que Cristina Kirchner se negó a hacerle el traspaso de mando. Los motivos fueron explicados en su libro “Sinceramente”.
“Muchas veces, después del balotaje, pensé en eso que finalmente no se dio: yo, frente a la Asamblea Legislativa, entregándole los atributos presidenciales a… ¡Mauricio Macri! Lo pensaba y se me estrujaba el corazón. Es más, ya había imaginado cómo hacerlo: me sacaba la banda y, junto al bastón, los depositaba suavemente sobre el estrado de la presidencia de la Asamblea, lo saludaba y me retiraba”, recordó la ex presidenta.
Y remarcó: “Todo Cambiemos quería esa foto mía entregándole el mando a Macri porque no era cualquier otro presidente. Era Cristina, era la ‘yegua’, la soberbia, la autoritaria, la populista en un acto de rendición”.
Recientemente, durante una de las presentaciones de su libro, CFK sumó un dato anecdótico: dijo que Macri no quería el bastón que se había diseñado en una primera instancia porque suponía que Pallarols se lo había prestado a ella para que le hiciera una macumba. “Todo esto corrobora la locura que significó el traspaso de poder. Todos me preguntaban por qué no quise entregar el bastón. Querían que fuera a la Casa de Gobierno y yo decía que correspondía ir ante la asamblea del pueblo. La verdad que no me gustó nada que él ganara las elecciones. Y tan equivocada no estaba. Después me di cuenta por qué no querían hacer el traspaso. Quiero ver qué van a hacer ahora», aseguró en La Matanza.
Fuente: Infobae