Manzur pidió que la Justicia «actué rápido» y «aplique todo el peso de la ley» en el caso Espinoza
El gobernador de Tucumán, Juan Manzur, dijo hoy que que los acusados del crimen de Luis Espinoza, el trabajador rural que fue hallado asesinado de un tiro tras permanecer una semana desaparecido luego de un operativo policial en Simoca, «van a ser juzgados» y que espera que se les «aplique todo el peso de la ley».
«Todos aquellos que estén implicados van a ser juzgados y ojalá que la Justicia actúe rápido y aplique todo el peso de la ley», expresó el mandatario provincial al ser consultado por el crimen que se les imputa a nueve policías tucumanos y a un civil, actualmente detenidos.
El cuerpo de Espinoza (31) fue hallado el pasado viernes, tras una semana de búsqueda, en territorio catamarqueño, a 200 metros del límite con Tucumán.
De acuerdo a los resultados de la autopsia, el trabajador rural fue asesinado de un disparo en el omóplato izquierdo, es decir que lo balearon por la espalda.
La fiscal de la causa, Mónica García de Tarda, cree que la víctima, tras ser llevada por la fuerza durante un operativo policial realizado en un paraje de Simoca, fue trasladada a una comisaría y luego su cuerpo abandonado en la vecina provincia.
De acuerdo a lo determinado por el momento, el viernes 15 de mayo pasado Espinoza, quien era padre de seis hijos, se dirigía en caballo hacia la casa de su madre, en la localidad de Melcho, junto con su hermano, Juan Antonio.
En el trayecto ambos pasaron por un predio donde se desarrollaba un festival de carreras cuadreras y se detuvieron a observar, hasta que minutos después llegó al lugar el personal policial que intervino al ver que se violaba el aislamiento obligatorio decretado por el coronavirus.
Los investigadores establecieron que la llegada de la policía ocasionó un desbande y que en medio de ese operativo Luis Espinoza fue tirado del caballo y golpeado por los policías, que lo trasladaron por la fuerza a un descampado.
De acuerdo con el expediente fiscal, luego el trabajador rural fue llevado hasta la comisaría de Monteagudo, donde los peritos habrían encontrado rastros de sangre, y finalmente su cuerpo descartado en el límite con Catamarca.
Por el hecho fueron detenidos nueve policías de la seccional de Monteagudo: el comisario Rubén Montenegro, el oficial José Morales, los sargentos René Ardiles y Víctor Salinas; los cabos José Paz, Claudio Zelaya y Miriam González; y el agente Esteban Rojas González.
También fue apresado el vigía comunal Sergio Santillán, que realizaba tareas de vigilancia aunque es personal civil, detallaron los informantes.
Según los investigadores, los sospechosos comenzaron a declarar y fueron contando lo que había sucedido con Espinoza, lo que permitió a la Justicia establecer que los policías habían participado en el crimen e intentaron encubrir el hecho, aunque no indicaron el lugar donde habían tirado el cuerpo de la víctima.
Los peritos utilizaron un software que les permitió establecer el recorrido que realizaron y que les indicó un posible lugar donde podrían haber arrojado el cadáver, por lo que hasta allí se dirigieron los equipos especializados en rescate de la Policía y bomberos de la fuerza y voluntarios de distintas ciudades.
Finalmente, el cuerpo fue hallado en un precipicio de 150 metros de profundidad en Alpachiri, departamento Andalgalá, Catamarca, por Manuel Espinoza, otro de los hermanos de la víctima.
Tras las indagatorias de los acusados, el juez de la causa, Mario Velázquez, ordenó el traslado de los policías a la cárcel de Villa Urquiza, a excepción de la mujer policía. (TELAM)