Las trabas al dólar no impidieron que el 2014 trajera seis nuevos patentamientos de Ferrari en el país. Se trata de cuatro modelos 458 Italia/Spider y dos California. El llamativo número se alcanzó por última vez en el 2007, cuando se registraron esa misma cantidad de vehículos de la marca italiana. En caso de que se patente un coche más este año, como se especula en el mercado, la firma logrará un nuevo récord.
Fuentes de Gruppo Modena, importador de Ferrari y Maserati en la Argentina, señalaron al portalAutoblog que ninguno de los modelos fueron comprados durante este año, sino en 2013. Es que, a diferencia de un auto cero kilómetro convencional, los trámites de patentamiento y flete de estos exclusivos autos pueden extenderse por meses y años desde el momento en que se efectúa la compra.
Pese al «desfase» entre el momento de la transacción y su registro oficial, la tendencia no deja de ser significativa. El mismo fenómeno apareció en otras marcas de lujo en 2013, en coincidencia conel aumento de la brecha entre el dólar oficial y libre, y el recrudecimiento del cepo cambiario.
El «boom» de ventas de este tipo de modelos, que profundizó la fuga de divisas al exterior por esa vía, llevó al Gobierno a encarecerlos un 50% con la sanción del impuesto a los autos de lujo. Con esa decisión, el modelo más económico de Ferrari (California), por ejemplo, habría subido de 400 mil a casi 900 mil dólares.
El tributo entró en vigencia en enero y se ganó encendidas críticas de parte de los empresarios por su aparente efecto recesivo en las ventas. Según los detractores de la medida, el impuesto complica aún más al sector automotriz, actualmente afectado con suspensiones y despidos por el desplome de la demanda interna y externa proveniente de Brasil.
“La Ferrari es mía, mía», dijo entonces el ex presidente Carlos Menem. La adquisición del coche se convirtió rápidamente en uno de los símbolos de los años noventa.
Símbolo de polémica
Al ser tan pocos en la Argentina, los dueños de coches de la emblemática marca de Maranello suelen ser rápidamente identificados. El más célebre de todos fue el ex presidente Carlos Menem, quien recibió del empresario italiano Massimo del Lago una coupé Ferrari 348 roja como regalo durante el comienzo de su mandato. En un país que todavía sentía las consecuencias económicas y sociales de la hiperinflación de 1989, la posesión del vehículo por parte del mandatario causó escándalo en la opinión pública.
Durante el kirchnerismo, otra de las personalidades que tuvo una Ferrari fue el empresario procesado por lavado de dinero, Leonardo Fariña. Su antiguo socio en la financiera SGI , Federico Elaskar, admitió en junio del año pasado al juez federal Sebastián Casanello que el joven compró en 2011 una Ferrari 430 dominio GUA 681 a 300.000 dólares.