La primera prueba de Luis Caputo en el Banco Central dejó sabor amargo
Logró renovar sólo el 60% de los vencimientos de Lebacs y tuvo que convalidar tasas del 47% anual a menos de un mes para evitar dejar más pesos en la calle. Los inversores ofrecieron apenas $313.875 millones -de los cuales el BCRA adjudicó $308.473 millones- contra los $514.779 millones que vencían ayer, en medio de una crisis cambiaria que no encuentra fin y luego de que el Gobierno anunciara su intención de desactivar la bola de nieve que se generó con las letras internas del Central.
O sea que el 27 de julio otra vez cerca de $ 380.000 millones de vencimiento de LEBAC ( al sumarse la renovación del 19 de junio al stock de LEBAC que vencen el 27 de julio 2018).
De esta forma, la subasta de LEBAC dejó una expansión monetaria de $217.500 millones, compensada en parte por los $55.753 millones y los u$s2.000 millones que el Ministerio de Finanzas colocó en Botes 2020 y bonos en moneda dual, respectivamente, más la suba del encaje o efectivo mínimo de los bancos del 3% desde el 21 de julio 2018 y se le agrega otro 2% desde el 18 de julio 2018 (que incluso pueden constituirse en BOTE con lo que se pasa a remunerar los encajes)
Más la medida que se obliga a los bancos a que solo pueden tener un 5% de su RPC (Patrimonio) en dólares billetes, pero pueden hasta el 30% si es en LETES en dólares
La situación a la que arribamos nos presenta cinco puntos relacionados:
1) El gobierno buscó el apoyo del FMI porque se terminó el ingreso de deuda para financiar los déficit gemelos (Fiscal y Comercial), sin saber (¿sin saber?) que el FMI lo que busca es garantizar que el país no incurra en default y deje de pagarle a los acreedores, obviamente sin importarle que pasa con los trabajadores, nunca le interesó, prueba cierta fue que con la crisis del año 2001, le obligaron a Eduardo Duhalde que asumió el 2 de enero de 2002 a LIBERAR el tipo de cambio, que teóricamente estaba a $ 1.- y en abril de 2002 en el mercado de Montevideo se cambiaba a $ 4 por un dólar
2) La propuesta del FMI y de los liberales de todo tipo, de reducir el consumo para generar ahorro y que ese ahorro se convierta en inversión, pero en nuestro país en primer término, en lugar de ampliar la inversión, se fugan capitales
3) El ingreso de dólares nunca es suficiente porque se demanda para la Fuga de Capitales
4) El valor del dólar lo determina el sistema financiero y especulativo (que van de la mano), no el productivo, entonces dependes de la valorización que hace esa minoría parasitaria y detrás los grandes capitales de nuestro país que compran para fugar (Y eso explica que haya en el exterior activos de personas que residen en la Argentina por más de U$s 500.000 millones, un PIB anual argentino).
5) De esa manera logran que el salario medido en dólares baje y sea incluso menor que el de Brasil, que es lo que propician Paolo Rocca de Techint y Cristiano Ratazzi de FIAT.
El problema comenzaría a tener solución cuando fruto de la devaluación real, o sea que no se pase totalmente a los precios, haga que los grandes industriales que operan en el país (básicamente empresas extranjeras) consideren que el costo de la mano de obra, de la energía, de la materia prima, etc., es en dólar más bajo que el internacional, pero recordemos que detrás de la generación de energía como de la materia prima (por ejemplo, acero o aluminio) también están grandes empresas, con lo que se produce una puja distributiva entre ellos
La pregunta es porque ante semejante muestra de incapacidad (y no solo incapacidad, sino grandes negocios del capital especulativo) no se pide a gritos y en la calle la renuncia de Mauricio Macri.
Y el planteo allí es más complejo, y no solamente por debilidad ideológica de nuestra clase media. Para que el cuadro sea realmente terminal tiene que perfilarse una solución política, que todavía no está a la vista, y no lo está, en el fondo, porque no hay acuerdo sobre lo que habría que hacer y tampoco hay seguridad que haciendo lo mejor posible para encarar la crisis social se pueda eludir la crisis económica, porque somos parte del capitalismo mundial en crisis.