Alberto Fernández designó un equipo de cuatro dirigentes que negociará con el Gobierno la transición hacia el 10 de diciembre

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Se trata de Santiago Cafiero, Gustavo Béliz, Vilma Ibarra y Wado de Pedro, que tendrán a cargo las conversaciones formales con los representantes asignados por el presidente Mauricio Macri.

Mientras muchos esperaban señales, especialmente anuncios de algunos nombres de futuros ministros, Alberto Fernández le dio forma a la transición y designó a cuatro referentes que gozan de su confianza y su respeto para coordinar el contacto con los funcionarios del Gobierno. Santiago Cafiero, Gustavo Béliz, Vilma Ibarra y Eduardo ‘Wado’ de Pedro integran el cuarteto que se comunicará a la Casa Rosada. No es un gabinete sino un equipo que luego, probablemente aunque no se confirme todavía, tendrá funciones en el equipo que asuma el 10 de diciembre. Su mano derecha, el ex ministro, la ex senadora que fue su pareja y el diputado nacional que ha sido un articulador permanente hacia adentro y fuera del PJ, coordinarán la agenda y derivarán distintas reuniones en una treintena de políticos y técnicos. El sábado todos tuvieron una reunión preliminar de la que Infobae informó esta mañana.

Del lado del Gobierno Marcos Peña, Hernán Lacunza y Rogelio Frigerio serán los representantes de Macri en la negociación con los enviados formales de Fernández.

El presidente electo se cuidó muy bien de aclararle a Macri que no necesariamente serán ministros y eligió figuras más políticas y ninguna del área económica seguramente para no dar pistas que desgasten a quien elija para el ministerio de Hacienda. Entre los 30 nombres están Guillermo Nielsen, Matías Kulfas y Cecilia Todesca. También Nicolás Trotta y Felipe Solá.

Los ocho puntos de diferencia que tuvo en las elecciones, una diferencia mucho más apretada de lo que preveía hace un par de semanas, obliga a Alberto Fernández a repensar sus pasos y hasta quizás su gabinete. Necesitaba votos más allá de la grieta, esa división en la Argentina que en el 2015 convirtió a Mauricio Macri en presidente por solo 1,5% de los votos y que este domingo volvió a polarizar a la sociedad. Si quiere superarla, deberá abrirse hacia otros sectores y evitar un equipo endogámico. Si bien la ventaja que le sacó a Macri es mayor a la adhesión que tuvo Cambiemos cuatro años atrás en la primera vuelta electoral, hubiera quedado mejor posicionado superando el 50%, número que lo fortalecería aún más para renegociar con el FMI y los acreedores, imponer condiciones a la transición y elegir un gabinete con mayor soltura y libertad.

Si la unidad del PJ fue imprescindible para que el Frente de Todos ganara a nivel nacional y en un distrito como Buenos Aires, más aún lo será para sostener a un gobierno que arrancará con viejos fantasmas y decisiones duras de tomar. La misma condición corre para el sindicalismo, Fernández los necesita cerca y con apoyo leal. Además, unidos. En el búnker hubo muchos dirigentes importantes, los de la CGT por un lado, Sergio Palazzo por el otro y Roberto Baradel en otro plano. Traducido: Fernández deberá liderar a todo el peronismo y evitar dejar heridos cuando arme su esquema de poder.

Pero la foto de un escenario donde se destacaba el cristinismo probablemente deba reveerse. Aunque al mismo tiempo tal vez el cristinismo reclame la autoría de triunfos como el bonaerense con Axel Kicillof y el nacional con la fórmula de los Fernández. Para su despegue, el presidente electo podría alegar que los grandes centros urbanos, quedó demostrado, son anti K y prefirieron premiar gestiones de Cambiemos como en Lanús, La Plata, Mar del Plata, la provincia de Mendoza, entre otras. El gabinete lo definirá él pero nadie cree que no vaya a charlar con su compañera de fórmula que a su vez logró blindarse con senadores fieles y ultra K en el Senado de la Nación. ¿Ella definirá la presidencia provisional o Alberto Fernández? ¿Será la cristinista Anabel Fernández Sagasti o el albertista cordobés Carlos Caserio? Hay coincidencias: para definir ese puesto y las presidencias de los bloques había que esperar el resultado de cada provincia. Sólo Sergio Massa tiene asegurada la presidencia de Diputados y algún rol preponderante podrían tener Diego Bossio que el 9 de diciembre termina su mandato como diputado, Mirta Tundis y José Ignacio de Mendiguren en el Consejo Económico y Social.

La derrota en Capital, también influirá en lo que se viene. Y todo eso pesará en el gabinete que venía perfilando Alberto Fernández. Tal vez por eso el domingo eligió desayunar y pasear a su perro Dylan junto con un radical, Leandro Santoro. ¿Ampliará los márgenes de la alianza como hizo Néstor Kirchner en el inicio de la gestión aunque parte de un piso que lo duplica holgadamente? En ese marco llamó la atención el reproche público del diputado del PRO Daniel Lipovetsky que escribió que “para dedicarte a la política hay que hacer política”. Esta mañana felicitó a Fernández y recién después a Horacio Rodríguez Larreta. “Te deseo el mayor de los éxitos por el bien de Todos! Esperemos terminar con las diferncias innecesarias! El país lo necesita!”, escribió al presidente electo. Lipovetsky trabajó con diputadas de otros bloques, incluidas kirchneristas como Mayra Mendoza, por la despenalización del aborto. Ahora pide evitar las peleas y polarizaciones, la grieta, en coincidencia con Fernández, y mañana irá a la asunción de Juan Manzur como gobernador de Tucumán, otra muestra antigrieta entre un defensor del pañuelo verde y otro del celeste que rechaza la interrupción voluntaria del embarazo.

Fuente: Infobae


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