Ezeiza: extrajeron casi 600 cápsulas de cocaína de seis «mulas» detenidas
Seis personas fueron detenidas en Ezeiza antes de salir del país y fueron trasladadas al hospital provincial Eurnekian con 562 cápsulas de cocaína en su cuerpo. En total, se recogieron seis kilos de droga camuflada con los órganos de dos mujeres y cuatro hombres, entre ellos, un polaco y un rumano.
Las cápsulas fueron evacuadas en el hospital, en la Unidad Especial de Encapsulados, donde trabajan médicos y enfermeros preparados para este trabajo. En estos seis casos, las mulas no se descompusieron, ni convulsionaron, ni sufrieron sobredosis, que es lo que suele pasar cuando alguna de las cápsulas revienta y la coca invade la sangre.
Fueron detenidos por sospechosos y trasladados al hospital tras una investigación de la Policía de Seguridad Aeroportuaria, Prefectura Naval y la división Drogas Peligrosas de la Aduana.
ANTENCEDENTES
«La Unidad Especial de Encapsulados del hospital de Ezeiza es una Unidad única en el país que ya lleva extraídas más de 32.000 cápsulas de cocaína , muchas veces de personas que llegan inconcientes, al borde de la muerte», explicó el ministro de Salud de la Provincia, Alejandro Collia, y agregó que en el hospital Eurnekian cuentan con médicos capacitados, un servicio especial con 4 camas y baños químicos para resolver estos casos».
El 16 de mayo llegó al hospital una de las argentinas con 205 cápsulas alojadas en la vía digestiva. Los especialistas calculan que tragarlas le debe haber llevado, por lo menos, unas 12 horas. Cada cápsula tiene en promedio unos diez gramos de coca. Es decir que en su cuerpo había más de dos kilos de droga.
Ese mismo día ingresó uno de los argentinos, con 110 cápsulas en el estómago y los intestinos. Tras evacuarlas en los baños químicos del hospital, ambos fueron dados de alta el 19 de mayo.
Al día siguiente ingresó la otra mujer argentina, quien portaba 75 cápsulas en vía digestiva, una en la vagina y otra en el ano. La entrevistaron y le dieron el purgante que se utiliza para acelerar la evacuación. Dos días más tarde estaba de alta.
El 23 de mayo, en tanto, otro argentino fue trasladado del aeropuerto al hospital como sospechoso. No se habían equivocado, como ocurre en el 97 por ciento de los ingresos a la Unidad Especial. Portaba 75 cápsulas ingeridas y 5 en la vía anal. De estas últimas, dos pesaban 74 gramos, mucho más de los 10 gramos que suele ser el peso frecuente de las cápsulas.
El 27 se fue de alta. Y ese mismo día ingresaron un ciudadano polaco con 70 cápsulas, y un rumano con 20: ambos se las habían tragado. Fueron dados de alta durante el fin de semana.
PROCEDIMIENTO
Cuando una mula ingresa al hospital se le realiza una placa radiográfica o una tomografía para evaluar en qué lugar las lleva. Cuando las cápsulas se rompen entran con un cuadro de sobredosis y, si es muy grave, los médicos están preparados para realizar una cirugía de emergencia. De lo contrario se apela al purgante y la posterior evacuación en los baños químicos.
«Nosotros hablamos con la persona, le explicamos el riesgo que corre su vida, luego firman un consentimiento informado sobre el tratamiento siempre y cuando no llegue en un estado grave e inconciente», explicó Graciela Sorrentino, médica de la Unidad Especial y directora del hospital provincial Eurnekian de Ezeiza.
La médica, afirma que la rotura de cápsulas es mucho más común de lo que se supone. En la Unidad Especial del hospital de Ezeiza, trabajan siete médicos y 22 enfermeros. Los pacientes «encapsulados» permanecen allí, en promedio, unos 4 o 5 días.
El área está custodiada por agentes de la fuerza que intervino en la detención de las mulas en el aeropuerto, que son además quienes los llevan al hospital.
Los médicos no dejan de sorprenderse con los casos y los artilugios que emplean para pasar desapercibidos. En los últimos meses, por ejemplo, aumentó el ingreso de cápsulas con cocaína líquida, que es más difícil de detectar. Muchos no imaginan que pueden necesitar una cirugía de urgencia con riesgo de muerte. Nueve de cada diez mulas son hombres, el resto mujeres y, entre ellas, un 3 por ciento está embarazada.