De todos modos el número de roedores detectados en Paso Samoré es notoriamente menor al que se registró en el Paso Pajaritos del lado de Chile entre junio y agosto pasado, indican fuentes. En el pico de la plaga, julio y agosto, en el paso trasandino los funcionarios chilenos capturaban más de 1000 roedores diarios en trampas de agua provistas de una madera giratoria. En Cardenal Samoré la captura con un artilugio parecido no supera en estos días los 3 a 4 ejemplares diarios, cuentan. Los chilenos también vienen fomentando el aumento de la población de búhos un depredador natural de los roedores. Cada nido de 30 pichones puede consumir más de 5000 colilargos por año.
Se estima que son 90 mil las hectáreas irradiadas y que el número de roedores supera en algunos casos el 1,5 millón por cada 1000 hectáreas.
Además ambos pasos acortaron el horario de atención en el invierno entre las 10 y las 17. De este modo se evitaron las movilizaciones nocturnas de los animales y que las ruedas de los camiones transporten sus restos a lo largo de kilómetros.
“Estamos ante una etapa muy avanzada de la floración, por lo que ha disminuido el alimento. También se detectaron una menor cantidad de ejemplares preñados. Esto ocurre en el norte del parque”, confirmó a Clarín, Diego Canestracci, Intendente del Parque Nacional Nahuel Huapi.
En la montaña y en los lagos las apariciones de roedores mantienen altos niveles. Los pobladores y personal de Parques Nacionales detectaron cientos de roedores ahogados en los lagos Espejo, Correntoso y Nahuel Huapi. Una de las teorías es que existe una especie de regulación natural de la población, aunque algunos especialistas indican que, movidos por la sed después de su alimentación, los ratones se lanzan a los lagos y mueren.
“Es lógico que el personal del Paso Samoré y la gente de las cercanías se inquieten por la presencia de roedores. Diariamente se cruzan por el sector y aparecen en las trampas. En la noche el número aumenta porque son animales de actividad nocturna. Como medida de prevención despejamos las instalaciones de todo material almacenado, las maderas, la basura. Mantuvimos unas cinco charlas con personal especializado de Neuquén y clorificamos semanalmente el agua y tenemos barbijos”, indicó a Clarín, Eduardo Trombert, Coordinador de Centros de Frontera Pino Hachado y Cardenal Samoré. “No aislamos todo el perímetro con planchas de metal, que era otra recomendación que nos hicieron, porque esto es inmenso y era muy difícil de cumplir”, agrega.
“No podemos decir si estamos ante el final de la ratada que se vio en Chile sobretodo o estamos por recibir una similar. Originalmente se esperaba para agosto o septiembre pero las nevadas las detuvieron. Estamos expectantes. Por supuesto si hay una invasión, yo recomendaría el cierre temporal para no exponer a la gente”, concluye.
«Por las noches se ve una cantidad enorme de lechuzas y es por esto. Sin embargo, lo que pasa aquí no es como lo que se vio en Pajaritos que fue mucho mayor», apuntó una voz de Gendamería Nacional.
“Desde el Centro de Ecología Aplicada de Neuquén (CEAN) nos informan que se atraparon ejemplares muy gordos y se detectó canibalismo, es decir, que ante la falta de alimento se comen unos a otros, son señales de que el fenómeno está declinando”, señaló a Clarín Eduardo Herrero, coordinador de Salud Ambiental dependiente del ministerio de Salud de Río Negro. “La gente que viene a Bariloche no tiene que estar asustada. Los roedores no suelen viajar cómo máximo más allá de los 10 kilómetros de donde se alimentan. Esto ocurre en la zona norte del parque a unos 60 kilómetros de aquí”, explica.
Un reciente estudio del CEAN y el CONICET refleja que un porcentaje muy bajo de los ejemplares presentan anticuerpos contra el hantavirus. A lo largo del 2019 los especialistas capturaron roedores y los analizaron. “Durante el primer ciclo de muestreo, de 47 roedores analizados solo 1 colilargo presentó anticuerpos contra hantavirus; en el segundo ciclo, de 205 roedores analizados solo 2 colilargos y 2 pelilargos presentaron anticuerpos contra hantavirus. En todos los casos se trataron de individuos capturados en ambientes silvestres y en todos los casos el porcentaje de seroprevalencia está dentro del rango de lo reportado normalmente”, dice el completo trabajo.
El aumento brutal de roedores se vincula con la floración de la caña colihue. Su abundancia incide sobre población. El fenómeno ocurre cada 40 años aproximadamente. En el periodo 2000-2001 hubo ratada en el Parque Nacional Lanín. En 2010-2011 otra en el sur del Parque Nacional Nahuel Huapi. La más reciente es de 2014 en el Parque Nacional Los Alerces. Los datos históricos mencionan invasiones en 1930 y 1940.
El próximo 3 de diciembre de cumplirá un año de la primera víctima fatal del hantavirus en Epuyen, una adolescente de 14 años. El contagio ocurrió en un cumpleaños el 3 de noviembre de 2018 al que asistió un peón que había estado limpiando un galón en el campo. En total 16 personas se contagiaron en este festejo.
FA