«No quiero ser ministro de Macri ni me interesa tener un cargo público»
Urtubey admite que tiene ofertas, pero asegura que si Lavagna no gana se concentrará en fortalecer su espacio como tercera vía para salir de la «dialéctica perversa».
Juan Manuel Urtubey recibe a LPO en la Casa de Salta, que en el último año se convirtió en su búnker porteño de campaña pero deberá abandonarlo en unos meses cuando termine su mandato. Sabe que la jugada de ir como vice de Roberto Lavagna lo puede dejar sin nada, pero aun así asegura que no buscará un cargo público sino que trabajará para consolidar su espacio.
El salteño admite que no tiene diálogo con Alberto Fernández pero sí con Mauricio Macri, a quien «ayudará» hasta el último día de su gestión. Sin embargo, también evita anticipar a quién apoyaría en un ballotage y asegura que colaborará en la gobernabilidad de quien venga, porque su estilo no es «tirar piedras».
¿Qué expectativas tienen para las PASO, cuando todas las encuestas anticipan un escenario híper polarizado?
Nosotros estamos en la expectativa de ver cuál es nuestro punto de partida. Para nosotros el domingo empieza la campaña. Faltan casi 80 días para la elección de octubre y creemos que si logramos un buen punto de partida, un piso interesante, vamos a tener mayor posibilidad de hablar con la gente y llevarles nuestra propuesta. Mi optimismo viene porque creo que tenemos el mejor candidato a presidente, que es Roberto, una persona que ya demostró su experiencia y solvencia técnica para llevar adelante la economía argentina en la peor crisis que tuvimos. La elección es una herramienta que nos da visibilidad.
¿Cuál sería un buen resultado?
No tenemos datos de encuestas, aparte faltan tan pocos días que lo mejor es esperar. Nosotros empezamos de atrás, tarde, armando un espacio nuevo que lo que busca es construir algo a futuro, entonces la mejor elección que podamos hacer será buenísimo porque eso nos dará un piso más alto para trabajar de ahí a octubre.
¿Le parece que hay un ninguneo del «círculo rojo», que le soltó la mano a Lavagna?
Es una pena porque se está restringiendo la libertad democrática. Habitualmente el final de dientes apretados es en noviembre en el ballotage, no es en una primaria o una elección de primera vuelta. No es cierto que todo se resuelve este domingo, además el sistema de doble vuelta en la Argentina permite que en la primera vuelta elijas y en la segunda optan. Hay algunos que le tienen miedo al escenario de ballotage entonces están intentando resolver todo ahora.
Hay una atracción fuerte en los polos, es casi natural que eso suceda, porque ahí no se juegan proyectos de largo plazo, es sólo pensar: ¿qué nos sirve más hoy? Una mirada cortoplacista que nos pone en el lugar en donde estamos. La dirigencia política tiene muchos problemas, pero como sociedad tenemos una mirada muy cortoplacista de todo y eso nos complica el futuro.
Se lo vio recorrer las provincias solo, ¿por qué decidió hacer su propia campaña alejado de Lavagna?
Es lo que hace Macri con Pichetto, Cristina en algunos lugares y Alberto en otros… Es normal que si estamos todo el día juntos no hay forma de que recorramos todo el país. De esta manera hemos podido llegar a muchísimos lugares. Así y todo, hay muchos lugares a los que no pudimos ir previo a las PASO e iremos a partir del 12 de agosto.
¿En qué zonas están más fuertes en el país y en qué lugares de la provincia de Buenos Aires esperan hacer una buena elección?
Por el perfil de nuestro candidato, Bali Bucca, ex intendente de Bolívar, creemos que estaremos muy bien en el interior de la Provincia. En algunos lugares la figura de Lavagna o la mía tendrán mayor nivel de aceptación… Igual lo que nosotros somos conscientes que necesitamos es tiempo para llegar a la gente. Creemos que tenemos una buena fórmula y estamos en sintonía con lo que demanda la sociedad argentina, pero hay que lograr linkear nuestra oferta con la demanda ciudadana. Si pudiésemos hacerlo antes de octubre quizás podamos dar una enorme sorpresa electoral.
¿No se arrepintió de ser candidato a vice?
No porque si yo seguía de candidato a presidente por un lado y Roberto por otro, el final era asegurado: nos eliminábamos entre los dos, con baja performance electoral, por una discusión de egos. Resolví acompañar a alguien que piensa como yo.
A alguien que no pudo contra su propio ego…
No, no… Es un dirigente grande, con larga experiencia, yo tengo toda la vida por delante, no daba para competencia en ese sentido. Cuando éramos muchos en el espacio era razonable una PASO, pero hacerla entre dos personas es absurdo. Por eso digo, en otro escenario era posible, pero una vez que nuestro espacio político se achicó en términos de dirigencia ir a una interna era ponerse a discutir cuestiones casi personales. No tenía sentido.
¿Y cómo fue que Macri le pidió en su momento que sea su compañero de fórmula?
Nosotros veníamos conversando con dirigentes de distintos espacios, particularmente del gobierno, que plantearon siempre una predisposición a que eso suceda. Pero yo no me engancho en cuestiones de poder. Yo no busco cargos, no me interesa.
Entonces de entrada rechazó la oferta.
Es que nunca estuvo la posibilidad. Yo fui claro desde el primer momento, siempre, en que la Argentina necesita una opción diferente a Macri y Cristina. Entonces en mi cabeza ayudo y ayudaré hasta el último día a este gobierno y a partir del 10 de diciembre en lo que yo pueda voy a ayudar al nuevo gobierno -si es que no somos nosotros- para que haga las cosas lo mejor posible. Siempre fui así, pero no creo que la Argentina se resuelva en esta dialéctica perversa.
¿Pichetto se equivocó en aceptar?
Yo no lo hice porque tengo una mirada diferente. Su situación política y personal es otra, sus convicciones son otras. No puedo juzgar la acción de los otros porque no estoy en su lugar.
¿Tuvieron una charla franca en la que le planteó su posición?
Él tuvo la deferencia de avisarme antes de que yo me enterara por los medios. Valoro eso, no comparto, pero he aprendido a sostener la relación desde la diversidad, no desde que pensemos todos igual. Porque si sólo te llevas bien con los que pensás igual, tenés lazos muy chiquititos.
¿A Macri cómo lo ve hoy?
No debe ser fácil hacer campaña con resultados de gestión tan magros como estos. El principal alimento para votar al gobierno es que no vuelva el kirchnerismo, no su gestión, y eso naturalmente lo pone en una situación de debilidad.
Habla de los resultados magros, ¿cuáles son los principales problemas a nivel económico que generó este gobierno?
Vemos lo que pasa con la inflación, caída de empresas, crecimiento de la pobreza… Estamos frente a una situación económica y social complicada, producto de un modelo económico que no mira la actividad productiva, por eso nos lleva a una crisis social.
¿Coincide entonces con el diagnóstico de Sergio Massa, que dice que Macri fracasó?
Yo no me siento con la estatura de calificar a terceros, pero claramente veo que no hay resultados que la sociedad pueda percibir en términos de mejora de la calidad de vida. Esto es un dato inobjetable. Creo que la Argentina requiere de respuestas y soluciones concretas, porque seguimos con los mismos problemas.
En lo concreto, ¿qué habría que hacer con el megaendeudamiento en el que nos metió Macri?
Hay que poner la Argentina a funcionar. Si no crecés, no sólo no vivís mejor sino que tampoco podés pagar la deuda. Si sos el vendedor de productos de una pyme, si no vendés no podés pagar lo que debés. A la Argentina le pasa lo mismo, hay que poner en marcha el aparato productivo y el desarrollo nacional. Lamentablemente hoy el plan de gobierno está mucho más mirado en un programa monetario y solamente mirando la lógica desde el punto de vista financiero, así nos va.
Es complejo encontrar el límite entre su postura de «aportar en la gobernabilidad» y pasar a ser funcional a las políticas que tanto critica de Macri. ¿Si gana Alberto también va a tomar esta posición de colaborar?
Es una relación ida y vuelta, pero sí. Lo hice durante la gestión de la ex Presidenta, cuando yo era gobernador. Obviamente en las cosas que no coincidís planteás muy fuerte tu disidencia, pero en términos de lo que significan las cosas que necesita la Argentina, vos no te podés parar desde la otra vereda a tirar piedras para que le vaya mal al que está en el gobierno porque es de otro color. No le sirve a la Argentina y a mí en lo humano no me sirve, para eso no hago política.
Si llegara a haber un escenario de ballotage entre Macri y Alberto, ¿haría pública su posición por alguno de los dos?
Si nosotros de entrada, antes de una primaria, antes de la primera vuelta, estamos pensando a quién votamos en el ballotage, no tendríamos que presentarnos. Si no tenemos una expectativa, aunque sea pequeña, de poder meternos en segunda vuelta, bueno más vale no nos presentamos… Nosotros eso lo pensaremos el 28 de octubre.
¿Y con quién tiene una mejor relación personal?
Esto no es una cuestión personal. Ninguno de los modelos de país que plantean son sustentables. Por eso estoy parado en este lugar. Si me hubiese parecido que lo eran, estaría trabajando con alguno de ellos. Me resisto al reduccionismo de que todo se resuelve entre Macri y Cristina. Hay vida sin ellos.
Pero el candidato no es Cristina sino Alberto, que este miércoles firmó un compromiso con 14 gobernadores y representantes de más provincias. ¿No le incomoda no formar parte de esa foto?
No, porque yo no estoy de acuerdo con eso. Hubo 14 gobernadores pero otros 10 que no estuvieron. No soy de llevarme como rebaño. Me parece que si estás de acuerdo buenísimo, si no estás de acuerdo también está bueno pero no estamos para hacer número.
¿Lo llamaron para invitarlo? Porque hubo representación de provincias como Misiones donde van con boleta corta pero igual participaron.
Nosotros hablamos habitualmente, sin lugar a dudas, con todos los dirigentes. Pero yo sostengo mi posición política, lo que no me inhabilita a conversar con dirigentes de cualquier espacio político de la Argentina. Pero claramente creo que la Argentina necesita algo diferente.
¿Habla con Alberto?
No, con él no hablo hace tiempo, pero bueno, hablo con dirigentes de cualquier espacio. La Argentina requiere que nosotros salgamos de la lógica dual de que todo se mira en ellos dos.
Es clara la propuesta económica de este gobierno, ¿con Alberto cree que volverá una economía dirigida, algo similar a la última etapa de Cristina, o tendrá un perfil diferente?
Yo lo que tengo más claro es a dónde vamos nosotros con Lavagna. Durante su gestión en Economía, la Argentina creció el 9%, derrotó la inflación, creció el empleo, bajó la pobreza. Eso es lo que nosotros podemos hacer. Los demás tienen que explicar qué quieren, no puedo ser un analista objetivo porque soy protagonista.
¿Dónde se ve los próximos años en caso de que no ganen la elección?
Voy a seguir haciendo política, porque es lo que me apasiona, es a lo que me dedico, pero no necesariamente desde un cargo público.
Se dice que Macri ya le ofreció la Cancillería.
Me ofrecen un montón de cosas pero no me interesan.
¿Qué le ofrecen?
No quise ser vicepresidente, de hecho ya no lo fui, no quiero ser ministro ni me interesa tener un cargo público, porque yo reniego de aquellos que creen que la política es sólo tener cargos públicos. Yo creo que se puede hacer política, militar, pelear por un mundo mejor sin la necesidad de estar en el presupuesto del Estado.
Pero necesitás recursos para hacerlo…
Sí, pero esencialmente necesitás convicciones primero. Después viene todo lo demás.
Si Macri le ofreció tantas cosas, ¿es porque piensa que lo puede comprar con un cargo?
Son operaciones de prensa esas cosas que salen en los medios.
¿No es real entonces?
Lo real es que yo estoy compitiendo para ser vicepresidente, no puedo estar discutiendo sobre si voy a ocupar un cargo de otro o no. Reitero, si me interesasen los cargos estaría compitiendo para otra cosa, no para vicepresidente. No me interesa.
¿Y su idea es reforzar el espacio compartido con Lavagna, seguirán en Consenso?
Tendremos una representación interesante a lo largo y ancho de la Argentina, de los que no están con Macri ni Cristina. Ese va a ser un espacio político que trabajaremos para consensuar equilibrios, acuerdos de gobernabilidad y políticas públicas que permitan que el país vaya adelante.
Fuente: La Política Online