Para el arte y la literatura solo la alegría mundialista importa hoy
El fotógrafo Marcos López soñando con la voz de Messi que le pregunta por qué sigue comiendo carne, a sus 89 años el artista plástico Luis Felipe ‘Yuyo’ Noé experimentando con pinturas propias de goles argentinos o la escritora Gabriela Cabezón Cámara posteando el fresco «La creación de Adán», de Miguel Ángel, intervenido con imágenes de Messi y Maradona: el monotema que hoy toma las arenas del arte y la literatura nacional es el de la alegría de la Argentina campeona de la Copa del Mundo.
«Ayer renovamos algunos principios de nuestro pacto social: tenemos derecho a ser felices y no somos un país de mierda. Incluso los que no están de acuerdo con eso tuvieron que disimular y sacar a pasear su hipocresía», posteaba el escritor Sergio Olguín en su cuenta de Twitter luego de mirar la mejor final de la historia, después de que Gonzalo Montiel anotara el gol del título argentino, el tercero después de un largo compás de 36 años de espera.
“NADA nada se compara con esto. Es un tipo especial de absoluta DICHA. No hay mucho más: llorar, sufrir, un partido de locos, pero verlo a Lío con la copa y esa CAPA que le pusieron y la sonrisa en fin campeones del mundo no lo puedo creer y lo creo todo junto. Gracias y a disfrutarlo yo voy a ver si puedo dormir. Y qué historia, además el arquero psycho, la muerte de Diego, Lío a los 35, Ángel a los 34 no no no el guionista un superdotado”, escribía la reina indiscutida de lo oscuro en su IG, Mariana Enriquez.
Futbolero, «hincha enfermizo» como se definió alguna vez, el escritor Eduardo Sacheri ha sabido llevar su pasión a la literatura con cuentos que lo lanzaron a la fama en esa tradición que en nuestra lengua tiene grandes nombres como Osvaldo Soriano, Roberto Fontanarrosa o Eduardo Galeano y al triunfo de Argentina lo definió como «un eslabón inolvidable en la historia gloriosa de los jugadores de esta tierra».
Usuario moderado de redes sociales, el autor de «Papeles en el viento» y «Lo raro empezó después», compartió algunos posteos durante el Mundial -como la cábala de usar siempre la misma remera- y cuando Argentina se coronó campeona tuiteó: «Gracias, Selección Argentina, por el esfuerzo, por el respeto, por la esperanza, por levantarse después de cada golpe, por la alegría, por la modestia y por el ejemplo. Y gracias por sumar un eslabón inolvidable en la historia gloriosa de los jugadores de esta tierra. Fútbol».
«Desperté a las 4 a.m. Escuchando la voz de Lionel diciéndome: ‘Que hacé bobo, todavía seguís siendo carnívoro?’. No era solo la voz, Era Lionel sentado al costado de mi cama como un ángel de la guardia. Como si hubiéramos sido amigos del secundario», posteó en su IG Marcos López, uno de los fotógrafos más celebrados de Latinoamérica, quien comparte provincia de nacimiento con «el más grande» como definían hoy a Messi los principales títulos de la prensa internacional.
«Me levanté, me lavé la cara con agua fría, me pegué un par de cachetadas a ver si era una alucinación efecto del Lexotanil y / o rivotril y no. Me sentía lúcido. Pensé que era efecto de las 2 botellas de vino que tomamos entre 3 amigos cenando pechito de cerdo hasta reventar, anoche, para festejar… Y no. Era él en carne y hueso», escribe López en la más pura y sincrónica sintonía con el «y cuando se despertó, la copa seguía ahí», del dibujo que postea Liniers, con un Messi de pijama celeste y blanco, mirando el trofeo sobre la mesita de luz.
«Sugiero mirar escuchando La mano de Dios del Potro», propone Cabezón Cámara en la cuenta de Instagram que recupera la obra maestra de Miguel Ángel, uno de los nueve episodios del Génesis pintado en el 1500 en la bóveda de la Capilla Sixtina. Este nuevo génesis Diego ocupa el lugar del Dios de Miguel Ángel, que extiende su mano dándole vida a un joven, bello y vigoroso Adán, que no es otro que Lionel.
«Lo único que tenía que hacer era correr al vacío. Empezaba a correr y la pelota me llegaba al pie. Como si fuera magia», cita a Ángel di María, el crack rosarino que pensó en el retiro e hizo el mejor gol de la final de la Copa del Mundo. «Está hablando de arte. ¡Vamos Argentina carajo!», advierte Cabezón Cámara a un costado.
“La Libertad guiando al pueblo”, uno de los cuadros más famosos de la historia, una alegoría del francés Eugene Delacroix de la Revolución de 1830 cuando el pueblo de París se levanta en armas contra el rey Carlos X de Francia, fue retomado en la cuenta @nosoytutanka, con más de 15.300 seguidores y al mediodía de hoy más de 19 mil likes: el pueblo lleva remera de la selección argentina, la tropa imperialista la de la selección francesa, la bandera que flamea es la argentina, Messi quien la lleva.
“En vísperas de enfrentar a Francia en la final de un nuevo mundial, hemos hecho revivir esta obra para que la fuerza del «Gooooool» los acompañe y se proyecte en cada jugador. Estoy francamente muy contento del equipo que han llegado a constituir, creo que es el mejor equipo en coherencia, liderazgo y solidaridad entre jugadores que la Argentina ha tenido nunca”, escribía el crítico y artista Yuyo Noé, previo al resultado que llevó a un tal Maco de Necochea a postular en change.org un pedido de disculpas públicas de los periodistas Martín Liberman, Mariano Closs, Daniel Arcucci, Cholo Sottile, Nicolás Distasio, Sebastián Vignolo y Toti Passman hacia el técnico Lionel Scaloni por las opiniones vertidas sobre su capacidad de dirigir un equipo ganador.
Con la foto de Lio Messi tomando la copa, elevado sobre los hombros de Kun Agüero, Pedro Mairal publicó en su cuenta de Twitter un mensaje que es una invitación: «Fijar tuit. Hacer póster. Enmarcar para siempre. Imprimir en remera, taza de desayuno, poner de fondo de pantalla. Tatuar en muslo, pecho, antebrazo. Hacer cartel gigante, proyectar en las nubes, etc».
Por su parte, el escritor Julián López, autor de «Una muchacha muy bella», celebró la épica popular de las calles como una oportunidad: «Hay una enorme potencia plebeya, emancipatoria, sexual y argentina en la vulgaridad. Una enorme potencia política y taaan taaan taaan argentina. Qué lección nos da el fútbol, que donación alucinante nos da la Selección de Scaloni, de todos los muchachos. Del inmenso inmenso Messi», tuiteó.
Sobre el cartel de la estación de Fiorito, un joven levanta la copa mientras el festejo parece concentrarse en otro lugar. Se funden los colores albicelestes entre camisetas y pintadas. La imagen es del fotógrafo Alfredo Srur, que la compartió en Instagram con un posteo: «Aguante la Argentina. Arte contemporáneo, no lo entenderías. Me fui a Fiorito, a agradecer la semilla de nuestra profundidad. Muchas cámaras en el centro, amor a la periferia. Que equipo hermoso. Admiro a Messi como a todos los jugadores argentinos y equipo técnicos. Ejemplo a seguir. Amor a mi país y cultura».
Claudia Piñeiro no escondió su fervoroso fanatismo por esta Selección, casi minuto a minuto, y para coronar la jornada histórica retuiteó videos y fotos de los festejos, desde Messi besando la Copa, hasta la gente en el Obelisco, Napoli y Bangladesh. «Buen día» y tres estrellas, fue el saludo con el que amaneció esta mañana. «¿Lloraremos todo el día hoy?», se preguntó minutos más tarde en otro posteo. (TELAM)