Trastornos de la Conducta Alimenticia: la importancia de hablar
Por la Dra. Virginia Busnelli, (MN 110351)
Médica especialista en nutrición y directora del Centro de Endocrinología y Nutrición CRENYF.
Autora del libro «¿Es Estrés o tu tiroides?, Editorial El Ateneo.
El 30 de noviembre es el Día internacional de la lucha contra los Trastornos de la Conducta Alimenticia (TCA). Además de informar sobre estos trastornos, es un día para recordar y concientizarnos sobre algo muy importante… la importancia de HABLAR. Comunicar lo que nos pasa parece sencillo si lo vemos desde afuera, pero para personas que padecen TCA es sumamente complejo.
Entre las muchas causas que pueden estar relacionadas con esto, una de ellas es la no comprensión y minimización de estas enfermedades. Frases como «no vomites», «come, es fácil» «simplemente hacelo» provocan, en la persona que esta sufriendo, una gran culpa y sensación de que le falta voluntad para sanar. Esto no es así, los Trastornos de Conducta Alimentaria tienen un origen psicológico, neurobiológico, emocional y nadie sale de ellos solo con fuerza de voluntad, así también es importante aclarar que un trastorno no es fuerza de voluntad, controlarse y no comer, no debe ser visto como un valor o una actitud positiva de una persona, festejar la restricción, el control frente a ciertos alimentos, el ejercicio excesivo o compensatorio es un peligro ya que podemos estar reforzando conductas propias de una TCA.
Los TCA son patologías muy complejas, dentro de los mismos Bulimia y Anorexia son las alteraciones más comunes, pero también existen otros como alcohorexia, vigorexia, diabulimia, ortorexia, trastornos alimentarios no especificados y más.
Solemos normalizar conductas que son síntomas de trastornos, como saltearse comidas, hacer ejercicio cuando comí de más, soportar el hambre, pesarse todos los días, evitar eventos, consumir laxantes y diuréticos sin prescripción médica, contar calorías y más. Esto hace que, como sociedad, tengamos mucho en que trabajar, ya que estas conductas están atadas a la búsqueda de un cuerpo ideal y hay que frenarlas.
Los mensajes nutricionales de hoy suelen estar dedicados a la pérdida de peso y es así como aparecen muchas dietas y propuestas restrictivas para alcanzar ese objetivo. Muchas veces éste es el inicio del TCA, por lo que, además de dar a conocer estas afecciones, tenemos que seguir en la lucha de la no dieta, de entender que pasar hambre y restringirme no es la solución, tal vez si lo es para el descenso de peso inmediato, pero nadie te cuenta la letra chica… la re ganancia de peso, la frustración, alteraciones a nivel hormonal y químico y el aumento de riesgo de, entre otras cosas, desarrollar un TCA.
Tenemos que seguir trabajando por promover el mensaje de que no existen cuerpos ni pesos ideales, no minimizar las enfermedades a la mera voluntad y no felicitar la delgadez y el extremo control ya que, no solo aumenta la probabilidad de fomentar la aparición de los TCA sino que también los refuerza en la personas que lo padecen.
Nadie habla de lo multifactorial, historias, hábitos, emociones… Para las personas que padecen un trastorno, resolver los síntomas implica enfrentarse a lo real, a lo que está escondido, a ese problema sin resolver. Las personas pueden encontrar en ciertas conductas, como un vomito o un atracón, alivio y calma y en la propia comida una compañía. El verdadero problema no es que la persona quiera bajar de peso si no lo que está detrás de eso.
Ojalá entendamos que un trastorno de la conducta alimentario es más profundo que la nutrición y el alimento en sí, esa es la punta de un gran iceberg formado por un montón de emociones y sentimientos. Aprovechemos este día para generar conciencia social y para que, quienes lo padecen, puedan hablar y pedir ayuda profesional. (TELAM)